Nuestros desechos y su inmersión en el medio ambiente: Cómo contaminamos al dormir.

Por:

Ari Ibarra y Cristóbal Miranda

Desde el comienzo de nuestra existencia el hombre ha establecido una importante relación con la naturaleza, de la cual se nutre y a la cual afecta en medida que va tomando decisiones. Desde la aparición del Fordismo (y en general de los modelos imperantes de producción y consumismo), nosotros, los humanos, hemos generado más residuos (muchos de ellos fabricados a partir de materiales no renovables) que el planeta no logra degradar y volver a hacer materia prima, para su nuevo uso y para la mantención de las condiciones medioambientales naturales, que son el sostén de la vida como la conocemos. Theodore Roosevelt fue el primer presidente estadounidense en tratar este tema con seriedad, incluyendo en su agenda política la Conservación Ambiental, pero no fue hasta el apogeo de la época industrial (año 1970-1975) cuando los ecologistas se expresaron con mayor fuerza poniendo sobre el tapete “una verdad incómoda” que nos aqueja fuertemente en la actualidad.

Existen varias soluciones a los conflictos medioambientales, pero, los procesos llevados a cabo por nuestra sociedad exigen la mantención del sistema como le conocemos, por ejemplo, la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) vaticinó para el 2016 un consumo de 94 millones de barriles de petróleo para el consumo diario del planeta, algo así como 15 millones de toneladas del crudo* (Revista Digital Cincodías), material del cual se extrae el plástico, que se ha convertido sino en el más amenazante de los materiales para el medioambiente. Es importante recordar que todo este problema se genera en gran parte por el sobreconsumo y la sobreproducción, por la generación sistemática de necesidades que no son necesarias por parte de la industria, y por la agilización de los procesos metabólicos de nuestra sociedad. Detener esta locura depende exclusivamente de nosotros.

Es así como lo ha visto al menos una parte de nuestra población: en el proceso estratégico de descontaminación la Reducción, Reutilización y Reciclaje de nuestros desechos son las 3 leyes ecológicas que debemos respetar, conocidas mundialmente como las 3 erres, lo que significa el consumo exclusivo de lo verdaderamente necesario, la negación a la problemática de tener algo nuevo, y la descomposición y recomposición de la materia para su posterior uso. Este orden de las erres no es algo aleatorio; la primera y la última se relacionan de una manera indirectamente proporcional, por lo tanto, una total y devota entrega al cumplimiento de la primera ley por parte de la humanidad significaría una gran aceleración en el proceso de descontaminación.

El proceso en el cual pondremos énfasis en este estudio, es específicamente en el reciclaje, aunque los demás no serán dejados de lado. El reciclaje tiene como fin convertir desechos en materias primas. Esto es posible a la naturaleza misma de los materiales, estamos hablando básicamente de procesos químicos, algunos de los cuales somos capaces de controlar. Esto depende del material y su composición química. El conocimiento de esta área es imperativo para llevar un proceso ordenado y eficaz. Por lo tanto, lo primero que hay que saber es que cada material responde a distintas lógicas químicas de estructuración, por lo cual cada uno es afectado por fenómenos de distinta naturaleza, aunque en su base, todos los procesos se enmarcan bajo lo que es la Oxidación y la Reducción, que no es más que una cuestión de enlaces químicos.

Si hacemos una clasificación y definición de los procesos de reciclaje de los materiales, basados en el libro “Los Caminos del Reciclaje” de  Virginie Manuel estos serían organizados de la siguiente manera:

  • Residuos Peligrosos: pilas, aceites, disolventes, pinturas, detergentes, CFC…
  • AEE: electrodomésticos y aparatos eléctricos.
  • Desechos de Construcción: vidrios, carpinterías, metales, cables, hormigón…
  • Trastos: muebles, colchones…

Cada material tiene su propia manera de reciclarse, pero en líneas generales puede definirse una cadena de sucesos transversales a cualquier material:

  • Clasificación, separación.
  • Traslado.
  • Almacenamiento.
  • Limpieza, sanitización.
  • Conversión (proceso especializado; fundición, trituración, quema, blanqueamiento, refinación…).
  • Elaboración (del nuevo producto).

En común tienen todos los materiales que deben ser agrupados de una manera homogénea, es decir, hay que separar unos de otros de manera que algunos puedan fundirse o triturarse para formar una nueva mezcla, que tendrá las mismas propiedades del producto original, y en otros casos irá perdiendo propiedades a medida que se recicle una y otra vez.

En Chile se producen unos 17 millones de toneladas de desechos, el 90% se acumula en los vertederos mientras sólo se recicla un 10% según el Ministerio del Medio Ambiente, cifra muy baja, por lo tanto, se dispuso una nueva Ley de Reciclaje que busca regular a las empresas productoras de materiales contaminantes para que éstas se hagan cargo de sus productos, imponiendo una política de que el que contamina paga, elevando la cifra del 10% a un 30% (Fuente: La Tercera, El Mostrador y Ministerio del Medio Ambiente). En el estado en el cual se encuentra este proceso aún no pueden verse los frutos del trabajo de reciclaje, ya que el plazo para la definición dentro del marco de esta ley para los productores es hasta el 31 de julio del 2017. Aparte de esto, las comunas han desarrollado estrategias de reciclaje, como Providencia, que cuenta con 21 puntos de reciclaje que simplemente constan de varios contenedores en los cuales se va separando la basura por material, lo cual acelera, por no decir cubre las necesidades de clasificación del material.

La temática abordada por nuestro grupo fueron los trastos.

Los trastos se definen por la Real Academia de la Lengua Española como una «Cosa inútilestropeadavieja o que estorba«. «Muebles o utensilios de una casa»; «Se mudó y se llevó todos los trastos«. 

Los trastos son elementos que constituyen aproximadamente el 15% de los deshechos reciclables en cuanto a su volumen y su complejidad másica. Estos pueden constar de materiales muy variados tales como la madera, cuero, metal, plástico y hasta vidrio, los cuales componen en su unión utensilios de uso cotidiano como muebles, cocinas, refrigeradores, camas, lavadoras y artefactos de gran envergadura. El reciclaje de estos es relativo a su condición de oxido en el caso de los artefactos metálicos, la densidad o condición temporal en caso de maderas duras, su densidad y humedad en el caso de maderas prensadas, su composición o estado en el caso de plástico y el estado estético de materiales como telas y cueros. Los artefactos de uso domiciliario son fáciles de reciclar, ya que por lo general son elementos de cuidado por su proyección temporal y su uso cotidiano: los muebles de maderas solidas pueden ser reutilizados tras ser reparados o redistribuidos para armar nuevos diseños de muebles, otros de madera de aglomerada, tienen la capacidad de volver a su estado de dispersión. Los elementos que corresponden a utensilios de limpieza y cocina como lavamanos, cocinas, lavadoras, wc, etc. Por lo general son de fácil reparación por su condición de material metálico y ser parte de una producción industrial con repuestos, o de fácil descomposición molecular, ya que pueden ser devueltos a su materia prima por medio de procesos de fácil aplicación. Gracias a ser utensilios de uso cotidiano y de alta proyección temporal, la reutilización y reparación de estos artefactos es bastante común; hay agencias especializadas que retiran estos artefactos de manera gratuita como REMAR Chile, Family green y algunas municipalidades, mientras que otros pagan por muebles o utensilios en desuso pero en buen estado como Ecoven o Greendot, ambas agencias hacen uso de los trastes para reutilizarlos y darles nueva vida útil. Mientras hay elementos que por las especificaciones de su materialidad, poseen alto porcentaje de reutilización, hay otros que por ser de una complejidad molecular alta, pueden ser energéticamente menos viables en su reutilización con un fin económico: estos en su composición poseen materiales de algodón, cuero o plásticos que se manifiestan como partes funcionales y estéticas de sillones, butacas, colchones y alfombras, artefactos muy comunes, pero con un potencial de contaminación muy alta en su deshuso.

Nosotros tomaremos el caso específico de un colchón común y corriente, en el que dormimos diariamente.

En la comuna de Santiago se botan 1200 colchones al año, lo que es parte importante de los desechos generados por nosotros, ya que su dimensión y peso es una de las más grandes en cuanto a los desechos domésticos, siendo alcanzado por los muebles, o los electrodomésticos. La mayoría de este importante producto para nuestro descanso, después de haber sido desechado, es incinerado en los vertederos junto con muchos otros materiales altamente inflamables, generalmente otros plásticos con la misma clasificación y estructura, lo que genera dioxinas, moléculas extremadamente tóxicas para los seres vivos.

Para analizar el proceso específico de reciclaje de un colchón en Chile, tomaremos como referencia al colchón Cobre Villarreal de la marca Celta (Fuente: Celta) el cual se fabrica en nuestro país, y aunque esta empresa aún no tiene políticas de reciclaje específicas, nosotros podremos vaticinar un poco los cuidados que tendrán que tener al procesar sus colchones. Preliminarmente se puede detectar una problemática compleja en torno al reciclaje de este colchón, ya que este está fabricado por más de un compuesto:

  1. Espuma de Poliuretano viscoelástico           3. Resorte de Acero
  2. Poliuretano perimetral

El Poliuretano es un plástico termo-estable que tiene propiedades elásticas y de resistencia muy altas. Se clasifica en la posición 7 (Otros), en la tabla de clasificación del plástico. Este polímero puede reciclarse a través de un proceso químico denominado reciclaje químico o solvólisis que consiste en atacar al polímero con un disolvente para romper las cadenas poliméricas (Fuente: I + D) o también a través de un proceso mecánico, que consiste en triturar y fundir el plástico para generar material nuevo. Cuesta mucho llevar a cabo cualquiera de estos procesos ya que el proceso mecánico necesita de condiciones óptimas de reciclaje tales como la limpieza y homogeneidad, y el proceso de solvólisis es demasiado costoso. A estos dos procesos se suma uno último que consiste en aprovechar el material en forma de energía, es decir, quemarlo para así producir calor que puede servir para otros procesos. Este proceso tiene un efecto secundario muy contraproducente, y es la generación de DIOXINAS.

También, el colchón tiene resortes de acero. El Acero, químicamente hablando, es Hierro con algún porcentaje de carbono.  Éste elemento (Fe) tiene 2 o 3 electrones de valencia, por lo cual propende a ceder electrones desde el ánodo al cátodo y a juntarse con los átomos de oxígeno e hidrógeno, formando óxido ferroso, el cual no es recuperable, lo que hace que haya una pérdida de material y de sus propiedades estructurales a escala molecular. A este proceso se le llama Corrosión. Por lo tanto, si se recicla este elemento, habrá que cuidar mucho el Acero del agente corrosivo más abundante: el aire y su humedad. Para esto existen varias técnicas, como alguna pintura anticorrosiva o un galvanizado a través del zinc (electrólisis), pero esto, terminaría afectando la homogeneidad del material, aportando un nuevo elemento que requeriría de un proceso de reciclaje totalmente diferente, lo que complicaría su renovación. No obstante el acero puede ser reciclado fácil e indefinidamente si se le cuida bien, ya que éste al ser fundido conserva sus propiedades originales (no así cuando este se corroe, ya que algunas moléculas de hierro pierden sus electrones de valencia, por lo cual sus enlaces pierden fuerza).

Finalmente, las partes del colchón se juntan a través de un cosido de poliuretano por el perímetro del colchón. La importancia de esta última parte en la fabricación es que en el posterior proceso de separación de los materiales para su posterior reciclaje, se encuentra una alta resistencia por parte de este cosido de poliuretano, lo que obliga a un alto gasto de energía para la correcta separación de los materiales.

Cabe decir que muchas veces los colchones tienen aún más materiales, como los filamentos de cobre añadidos junto con género a la espuma de poliuretano. Esto complejiza aún más la tarea de separar los materiales homogéneos. Para solucionar esta problemática, debe existir un buen diseño, que permita una fácil separación de los materiales.

En términos de reutilización, los colchones pueden adquirir un nuevo uso al ser transformados en sofás (Fuente: Pinterest), pero en general, son poco reutilizables ya que el diseño de sus piezas es demasiado específico y estas son sometidas a bastante esfuerzo, por lo cual pierden su pureza o condiciones de resistencia originales.

Este esfuerzo por separar los materiales de un colchón debe ser llevado a cabo por nadie más que nosotros, los usuarios: cada vez que botes un colchón, separa la estructura de resortes de la espuma, y esperando que la ley chilena de reciclaje se haga efectiva para la industria colchonera, procura que la espuma no se ensucie, y que el acero no se corroa. Con estos cuidados en un futuro próximo podríamos estar evitando muchos problemas para la sociedad y para nosotros mismos.

Finalmente podemos concluir que los colchones actualmente son un gran problema para nuestra sociedad: son difíciles de separar en partes, y en cuánto a la calidad de contaminación que generan, la espuma de poliuretano es difícil de reciclar, por lo tanto generalmente esta es incinerada, las dioxinas que se generan en este proceso tienen elevada toxicidad y pueden provocar problemas de reproducción y desarrollo, afectar el sistema inmunitario, interferir con hormonas y, de ese modo, causar cáncer. (Fuente: Wikipedia). Es deber de toda nuestra sociedad hacernos cargo de nuestra basura, por el medioambiente y por nuestra propia salud. Amén

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Referencias.

 

https://cincodias.elpais.com/cincodias/2015/08/11/mercados/1439292262_838101.html

http://www.latercera.com/noticia/preocupacion-dudas-la-industria-la-nueva-ley-reciclaje/

http://portal.mma.gob.cl/ministro-mena-por-ley-de-reciclaje-trabajaremos-con-el-sector-privado-para-que-esta-politica-sea-un-pilar-del-crecimiento-verde-en-chile/

http://www.elmostrador.cl/vida-en-linea/2016/05/18/nueva-ley-de-reciclaje-un-punto-de-partida-para-reducir-la-generacion-de-desechos-en-chile/

http://www.colchonescelta.cl/assets/celta-cencosud.pdf

http://aislaconpoliuretano.com/investigan-nuevos-tratamientos-quimicos-para-reciclar-poliuretano.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/Dioxina

 

 

 

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