La zona en estudio pertenece a la comuna de Santiago. Todo el eje de la Av. Santa Isabel ha ido evolucionando a lo largo de los años, desarrollándose en muchos aspectos como en el comercio e infraestructura, teniendo un incremento en este último punto. Esto ha hecho que cambie la fisonomía del sector, aportando con edificios en altura, influyendo en la trayectoria del viento y la llegada de la radiación solar en diferentes sectores.
Durante el reconocimiento de gran parte del eje, se pudo observar que existen varios sectores críticos, por la estructura, por el tipo de vegetación, por el tipo de suelo, por la llegada de la luz solar, que afecta directamente a las personas que visitan estos lugares y no encuentran el confort necesario para que los motive a permanecer ahí a gusto y sentirse acogidos.
En el aspecto urbano se destaca el contraste que existe entre la mitad de la calle , ya que en la vereda norte es donde se encuentran estas nuevas construcciones de gran prominencia con un circuito arbolado en todo el eje generando diversos microclimas, en cambio, la vereda sur es mucho más reducida , deteriorada y con un mínimo de arbolado, prefieriendo las personas de esta manera la vereda norte.
Ahora se hace la siguiente interrogante: ¿por qué las personas optan caminar por el lado norte de las veredas?
La respuesta es, porque prefieren la sombra, ya que al estar protegidos de los rayos solares y contar con un ambiente temperado se tiene la sensación de protección y bienestar.
Lo mismo pasa con las plazas del sector; si bien, a lo largo del eje Santa Isabel se encuentran diferentes espacios públicos ya sean de menor o mayor tamaño, se pudo destacar que estás no cuentan con un óptimo mantenimiento, ni mucho menos se pensó en las estrategias de diseño ambiental ni constructivas que se podían haber generado en estos mismos espacios. El hecho de que sea una plaza nos da el concepto de que debería ser para todo tipo de personas, desde niños a ancianos, con juegos o algún implemento didáctico que sea atractivo a la vista y sobre todo cumpliendo el deber con el medio ambiente.
Como grupo se tomó la decisión de intervenir la Plaza Stuttgard, adyacente a la calle San Isidro, donde se respetará lo preexistente pero además se potenciará e incorporará mayor equipamiento.
Al observar la plaza cómo primera impresión nos da la sensación de aislado y vacío, debido a lo desprotegido de los rayos solares y teniendo otra crítica las bancas que se encuentran en medio de toda la plaza, haciendo que los ciudadanos no elijan este lugar como punto de estancia, además la parte del área verde que se encuentra hacia el lado norte, está sin mantenimiento alguno y escaso.
Es por eso que el objetivo principal es proyectar más sombra y humedad en el punto escogido de la plaza fortaleciendo el área verde que ya existía plantando más árboles y otras especies de plantas que requieran poco recurso hídrico.
La estrategia es crear una cubierta ondeada para las bancas de hormigón hechas con listones de madera, colocándolas de forma separada , para así tamizar la luz solar que recae directamente y a la vez crear un espacio de confort mucho más agradable.
Se espera que con la propuesta se pueda mejorar los aspectos mencionados, y que sobre todo las personas tengan un lugar más confortable para compartir diferentes momentos y experiencias agradables en está plaza.
Leonor Cerda – Mariana Olguín – Iveth Vásquez


BIBLIOGRAFÍA.
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