Por: Alonso cárcamo
Esta publicación se basa en el siguiente proyecto https://arquitecturaysustentabilidadutem.com/2020/07/07/aportes-locales-a-la-infraestructura-verde-urbana/
La sociedad del consumo nace por una necesidad económica, donde se busca solventar un crecimiento a través de la constante compra de productos; «con los adelantos en materia de producción y el aumento del consumo (el cual se vio acompañado de un progresivo cambio en los habitos)» virginie M. (Pag.13) es donde el consumismo se arraigo dentro de nuestras culturas, la nueva costumbre de comprar, desechar y volver a comprar, donde este desecho es olvidado y desperdiciado; «una explotación sin control de los recursos. Esto provoca la destrucción del entorno que permitia generarlos y procesarlos» virginie M. (Pag. 13), estos métodos de producción son los generadores de residuos y contaminantes, siendo el último eslabón de la cadena de la economía lineal.
Aunque existe otra opción, la economía circular, consiste en la producción a través de una gestión de residuos, los cuales vuelven al sistema para ser reutilizados. Este sistema de economía circular depende en gran parte de que el consumidor se vuelva responsable de sus residuos, donde este ayuda a su reincorporación en el sistema, es por esto último que se vuelve difícil la incorporación de este sistema, muchas veces a los consumidores no se les dan las herramientas para devolver sus residuos al sistema y por otra parte muchos otros consumidores tienen arraigado la cultura de consumir y desechar, y simplemente no tienen una conciencia de la reincorporación de los materiales al sistema.
Bajo este punto de vista, se plantea generar una mejor contribución en el cierre del ciclo material en mi proyecto de huerta urbana, la ubicación del proyecto es un departamento, en la vivienda se llevan acabo actividades de gestionamiento en repartos de frutas y verduras, estas son clasificadas y empacadas. Esta actividad genera desperdicios orgánicos extras en el hogar, además las cajas de madera en las que vienen los productos quedan en calidad de desechos.
A la hora de dimensionar la cantidad de residuos orgánicos desechados en mi hogar, debe mencionarse que 2 días a la semana se realizan grandes compras de frutas y verduras, de las cuales se generan 4 kg de masa orgánica durante esos 2 días de la semana y alrededor de 1 y 2 cajas de madera se transforman en desecho.


Tomando en cuenta el proyecto de la huerta urbana y considerando la magnitud de los desechos orgánicos generados en mi hogar, se propone reducir lo más posible los restos generados en la actividad de reparto de verduras, partiendo desde lo más sencillo, como lo es la recuperación de semillas que se desperdician al rebanar hortalizas y de las verduras que se descartan por abolladuras, estas semillas serán replantadas en la huerta dándoles una nueva vida útil. Por otro lado, una porción de la masa orgánica desechada será re destinada a nutrir la tierra de las hortalizas, así aminorando la carga de desechos orgánicos, a su vez los cajones de madera funcionaran como recipiente para estas plantas, transformándolos en macetas junto con una cobertura plástica para retener la tierra. De este modo se sustentara la huerta.
La propuesta no logra un cambio radical de un sistema lineal a uno circular, sin embargo, logra fragmentar la cadena, encaminando el proceso a algo más similar a la economía circular, pudiendo devolver parte del desecho al inicio del sistema, contribuyendo a un aprovechamiento de los residuos que son desperdiciados.
lamina:

Bibliografía:
•Entrevista a William McDonought (https://youtu.be/hMLUzGsJEPg)
•Documental: Comprar Tirar Comprar (https://youtu.be/uGAghAZRMyU)
•Los caminos del reciclaje (Virginie M. 2011)
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